Llegan noticias desde Estados Unidos y muy prometedoras. El MIT (Massachussets Institute of Technology) con el profesor e investigador Robert Langer al frente, acaba de anunciar que, en colaboración con los laboratorios Living Proof y Olivolab y varios equipos de la Escuela de Medicina de Harvard, han desarrollado una piel artificial con fines terapéuticos y estéticos completamente revolucionaria.
La investigación que comenzó hace unos diez años tenía una finalidad terapeútica, entre otras cosas por ejemplo para el tratamiento del eccema y la dermatitis. Después de todos estos años se dieron cuenta además que esta capa de piel artificial rejuvenecía la piel de una manera extraordinariamente llamativa. Te podías quitar de encima varias décadas.
Esta piel artificial consiste básicamente en un polímero de poliximisano, creado a base de moléculas de silicona y oxígeno, y fue seleccionado de entre unos 100 polímeros después de varias pruebas en el laboratorio. El resultado es un material que elimina completamente las arrugas, alisa la piel, la hidrata, y combate la flacidez. Además protege la piel verdadera de la radiación ultravioleta de una manera muy efectiva. Deja respirar a la piel sin problemas y tiene una gran resistencia que permite estirar este material a más de un 200% de su tamaño, dejando posteriormente que vuelva a su estado natural original sin ningún tipo de alteración.
Este polímero de poliximisano, que en un primer momento tiene aspecto de gel, se aplica por la piel, y al secar forma una capa muy fina, elástica e invisible. Ha sido testado en numerosos voluntarios obteniendo unos resultados muy sorprendentes en la piel de la cara, en las bolsas de los ojos, y en partes del cuerpo como antebrazos, manos y piernas.
Desde luego una gran y prometedora alternativa a la cirugía, que además de cuidar la piel, permitirá lucir más joven de una manera sencilla, sin intervenciones quirúrgicas de riesgo. El equipo del MIT están ultimando el desarrollo de este compuesto para poder comercializarlo a nivel mundial.